El objetivo, el barranco de Doramas, pero antes de adentrarnos en él hicimos una paradina en Moya allí nos saludó una brisa helada y nos amenizo el desayuno el amigo Eduardo con sus locuras.
Tras reponer fuerzas, nos centramos en llegar hasta nuestro objetivo, allí nos llamó la atención como unas ruinas con tanto pasado el balneario de Azuaje estaba custodiado por tantos candados y cadenas. Desde lo alto estaba el mirador, de donde se apreciaba unas increíbles vistas. A medida que te adentrabas en el barranco, observabas como el camino se volvía más salvaje ajeno a la mano del hombre, tanto como los gansos salvajes que se encontraban por esos parajes.
En resumen fue un lindo día donde conseguimos nuestro objetivo "Desconectar de la rutina"
Texto Pino Rocha